2045: El fin del juego global que Trump y Zelensky apenas presagian
Trump, al prestar juramento sin colocar su mano sobre la Biblia o la Constitución —un gesto que algunos interpretaron como falta de fe—, deja ver su rechazo simbólico al ritual masónico.
Donald Trump no es solo un hombre, es la cara de un proyecto civilizatorio que desafía a los masones y apunta al 2045.
La inteligencia no busca pruebas, sino señales: el arte de descifrar un mundo donde el dólar y el Vaticano juegan al ajedrez."
Ucrania no es un conflicto aislado, es el epicentro de una lucha entre globalistas y nacionalistas que decidirá el destino del siglo XXI.
En una entrevista con mi amigo Antonio Valdez de El Mercurio Ahora o Nunca, respondí a esta pregunta: “Desde la óptica de proyectos globales, ¿cómo explicas estos acontecimientos?”, él estaba refiriéndose al escándalo entre Donald Trump y Volodymyr Zelensky.
Mi respuesta es un conjunto de ideas que conecta la masonería, el Vaticano, el transhumanismo y una fecha clave —2045. Todo esto nos lleva más allá de las narrativas binarias de bueno o malo.
Aquí desgloso la respuesta, organizada para revelar cómo los eventos actuales son piezas de un rompecabezas mucho mayor: una guerra de proyectos civilizatorios que trasciende fronteras, religiones y partidos, y que promete redefinir el orden mundial en las próximas décadas.
Aquí desentraño el enfrentamiento Trump-Zelensky como una batalla entre proyectos globales ocultos, desde la masonería hasta el Vaticano. Una mezcla fascinante de geopolítica, esoterismo y predicciones para 2045 que desafía toda visión convencional.