¿Trump o Kamala? | No importa | El siguiente paso es cambiar la Constitución
El "Estado profundo" desvió billones de dólares y usa tecnología avanzada para instaurar un control total, impulsando una reforma constitucional que eliminará derechos y blindará su poder
Estamos ante una crisis vieja e invisible de Estados Unidos y te explico de qué se trata. Para eso hay que responder a varias preguntas:
¿A dónde fueron 52 billones de dólares que el Contralor de los EEUU no puede encontrar?
¿Por qué usarán inflación masiva y control tecnológico? ¿por qué van por esta estrategia para manipular y someter a la sociedad?
¿Qué papel juegan figuras como Elon Musk y Peter Thiel en el sistema de control?
¿Por que quieren reformar la Constitución?, ¿se trata de un plan para borrar tus derechos y centralizar el poder absoluto?
La economía de Estados Unidos ha sido manipulada durante décadas, en un proceso que ha debilitado la riqueza de la clase media y concentrado el poder en unas pocas manos.
Desde la creación de la Reserva Federal en 1913, cada crisis ha permitido que los grandes intereses financieros se fortalezcan, dejando que el peso de las consecuencias recaiga sobre los ciudadanos.
A través de un constante endeudamiento y políticas inflacionarias, el "Estado profundo" ha desviado billones de dólares para financiar proyectos secretos (armas exóticas, bases en la luna, invasiones, y pare de contar) y construir una infraestructura de control.
La desaparición de 52 billones de dólares (que el Contralor General de EEUU no puede encontrar) sin justificación no es un error administrativo, sino una estrategia de largo plazo para consolidar un sistema que opera en las sombras.
Para sellar este poder y evitar cualquier tipo de rendición de cuentas, el "Estado profundo" está impulsando una reforma constitucional que asegure su control, bajo el pretexto de una modernización legal. Que sea Kamala o Trump, es indiferente.
La Estrategia Financiera del Desvío de Fondos y su Justificación en Crisis Cíclicas
A lo largo de las últimas décadas, la economía de Estados Unidos ha dependido de una serie de políticas monetarias expansivas y de endeudamiento que se han intensificado con cada crisis.
Este proceso comenzó con la creación de la Reserva Federal en 1913 y continuó ganando terreno tras eventos como la Gran Depresión, pero alcanzó nuevas dimensiones después de las crisis financieras de 2008 y 2020.
En cada uno de estos momentos de recesión, el gobierno intervino masivamente para rescatar a corporaciones y entidades financieras, sentando un peligroso precedente: las élites financieras no solo quedaban exentas de enfrentar las consecuencias de su mala administración, sino que eran recompensadas, mientras que el peso de los rescates recaía sobre el contribuyente.
Esta dinámica de opacidad y rescate continuo fue el caldo de cultivo perfecto para que billones de dólares desaparecieran en lo que la Contraloría estima en alrededor de 52 billones que no pueden ser justificados.
En lugar de un error de contabilidad o una falla del sistema, esta "pérdida" de fondos parece formar parte de una estrategia de largo plazo en la que una élite desvía recursos públicos para financiar proyectos que escapan al alcance de la economía formal, permitiendo que este "Estado profundo" opere una economía paralela en beneficio propio.
Inflación como Herramienta de Control y Encubrimiento
Para sostener esta estructura oculta de financiamiento, el "Estado profundo" depende de la inflación como una herramienta esencial de control y encubrimiento.
La inflación, promovida a través de políticas monetarias expansivas, crea un contexto en el que el dinero pierde valor con rapidez, y con ello, las pérdidas de fondos se vuelven menos perceptibles en términos reales.
La inflación, al aumentar el costo de vida y reducir el poder adquisitivo, desvía la atención pública de los verdaderos problemas estructurales. En un entorno inflacionario, las personas están más preocupadas por satisfacer sus necesidades básicas y adaptarse a la constante subida de precios, lo que reduce las posibilidades de que cuestionen el destino de los recursos públicos.
Además, la inflación facilita que el "Estado profundo" desplace la carga de los rescates hacia la ciudadanía, mientras este sistema paralelo se fortalece. Sin embargo, un alto nivel de inflación también genera un clima de inestabilidad social, y para evitar que el descontento ciudadano crezca de manera incontrolable, este modelo requiere, junto con la inflación, de un sistema de vigilancia y control que gestione la narrativa y manipule las percepciones de la población.
En este escenario, el uso de tecnologías avanzadas de manipulación mental y vigilancia se convierte en un requisito fundamental para sostener el modelo, evitando que se genere una resistencia social que ponga en peligro los intereses de la élite.
Elon Musk, Peter Thiel y la Tecnología de Control Centralizado
El control absoluto que persigue el "Estado profundo" solo es posible mediante la centralización y el uso de tecnología avanzada, y aquí es donde figuras de la tecnología como Elon Musk y Peter Thiel juegan un papel crucial.
Musk, a través de su empresa Neuralink, ha comenzado el desarrollo de implantes cerebrales, una tecnología que, presentada inicialmente como un avance en la interfaz hombre-máquina, encierra el potencial de un control mental más directo y eficaz.
Con Neuralink, Musk ha probado chips en chimpancés, y su visión a largo plazo apunta a la implementación de estos dispositivos en humanos, lo que abre la puerta a una manipulación completa de los pensamientos y decisiones individuales bajo el pretexto de mejorar la conectividad o la salud.
Por su parte, Peter Thiel, a través de su empresa Palantir, ha desarrollado herramientas de análisis de datos masivos que permiten una vigilancia y perfilado detallado de la población, con especial enfoque en la seguridad y la defensa.
Palantir provee al "Estado profundo" de una tecnología capaz de recolectar, procesar y analizar datos a una escala sin precedentes, integrando estos sistemas en la vida cotidiana de las personas y facilitando un sistema de control más sofisticado.
Así, mientras Musk y Thiel presentan estas innovaciones como beneficiosas para la sociedad, sus tecnologías de control centralizado se convierten en piezas fundamentales para que el "Estado profundo" logre manipular y controlar a la población con precisión.
JD Vance, candidato a Vice Presidente de Trump, es financiado por figuras como Peter Thiel y Elon Musk, y para muchos esto representa una amenaza para la democracia estadounidense al estar vinculado con una visión antidemocrática y autoritaria promovida por los llamados “broligarchs” o multimillonarios tecnológicos.
POLITICO ya ha pedido abiertamente que se abra el proceso de enmienda constitucional en Estados Unidos.
Reforma Constitucional: Desgravación de Responsabilidades y Blindaje de Poder
No importa si es Trump o Harris, ambos han dado ideas claras de por qué quieren reformar la Constitución… cada uno se inventará una excusa para enfrentar “desafíos modernos”, como la reforma migratoria, control de armas o el cambio climático, o restaurar el equilibrio entre los poderes del gobierno. Los cierto es que ambos tienen intención de reformarla.
Y para esta élite, no basta con desviar fondos y mantener la inflación como estrategia de encubrimiento; necesitan una reforma constitucional que desgrave toda responsabilidad y permita operar sin rendición de cuentas.
La Constitución de Estados Unidos, en su estado actual, no permite que el gobierno o sus agencias actúen sin transparencia ni eliminen los derechos fundamentales de los ciudadanos, lo que representa una limitación para el "Estado profundo".
Sin embargo, si logran modificar la Constitución, no solo podrán operar en la sombra sin restricciones legales, sino que también eliminarán cualquier posibilidad de que la ciudadanía exija una auditoría o transparencia sobre los fondos desaparecidos.
La propuesta de reforma constitucional se presenta como una modernización necesaria para un país en crisis, pero el verdadero objetivo es crear un marco legal en el que las élites puedan moverse sin límites, eliminando derechos ciudadanos como el de propiedad y el acceso a la información pública.
De esta forma, el "Estado profundo" busca consolidar un sistema de control centralizado, blindando el uso de tecnologías de vigilancia y control mental sin rendición de cuentas y consolidando el poder de una élite que podrá operar a puertas cerradas sin temer ninguna consecuencia por el desvío de recursos ni por el manejo opaco de la economía pública.
Kamala Harris, en su rol como Vicepresidenta, ya representaba una amenaza para el estado de derecho en EEUU, es clara su falta de respeto por los procesos constitucionales y su disposición a usar el poder judicial de manera parcial y politizada. Gente como John Yoo y Robert J. Delahunty, afirman que Harris prioriza sus posiciones políticas y raciales sobre su responsabilidad constitucional, apoyando la persecución de oponentes políticos y promoviendo políticas.
Al Final
El sistema te forza a pensar en buenos y malos, en que actives tu mentalidad dual, pero la desaparición de billones de dólares, la promoción de la inflación y el impulso de una reforma constitucional forman parte de un plan coordinado y cuidadosamente diseñado para asegurar el control total de una élite sobre el futuro de Estados Unidos.
Con el respaldo de figuras tecnológicas como Elon Musk y Peter Thiel, el "Estado profundo" no solo está construyendo una infraestructura de vigilancia y manipulación sin precedentes, sino que también planea eliminar los derechos fundamentales que podrían desafiar su autoridad.
La reforma constitucional no es más que el paso final para cerrar el sistema de control centralizado, garantizando que no habrá espacio para la transparencia ni la justicia en el manejo de los fondos públicos.
Al presentar estos avances como una modernización tecnológica y legal, se busca ocultar el verdadero propósito: crear un modelo en el que la manipulación, el control mental y la vigilancia sean la norma.
Los análisis de Daniel Estulin no tienen parangón. Cada euro empleado en la compra de sus libros o en el alta en la suscripción de sus canales, no es un gasto sino una inversión en inteligencia. Utilizo parte de sus ideas y análisis en mis clases de filosofía junto con los textos correspondientes de cada filósofo y época. Un cordial saludo.